El viejo Rolando
Desciendo del auto y me dirijo
inquieto al veredón central, la
sensación de no encontrarme con él me invade de angustia…., apuro el tranco que
se vuelve trote y luego por la inercia y
desazón entro en carrera, jadeo zigzagueando entre los transeúntes, enamorados,
caminantes, maratonistas, y todo lo que vos puedes
encontrar en un parque, y por fin y al fin… está ahí… lo encuentro!, Si!, lo
encontré!, ¡lo encontré!, lo observo… sentadito nomás…, como siempre, porte
inconfundible, ¡que alivio!, disminuyo la
marcha y casi caminando me acerco a él, lo veo…, sueter cuello en V,
bien peinadito, sin gel ni gomina, cabello
blanco plateado y firme, pudor a cuesta…, partidura a un costado y las
de antes, me digo…, sí!, está en su más genuino estado natural y lleva varios
días, nada de champú ni jabón que lo altere.
-Buen día… / -Buen día señor /-¿Que
me cuenta don? /-Y… aquí andamos, yo tengo muchos amigos, mucha gente me saludan y hablo con ellos...,
vea…es que yo… tengo un carisma…/-¡Si seguro!,
Usted atrae a la gente…/-y si…, vea señor yo soy adivino y aquel que
viene con algún problema se va con buena onda después de hablar conmigo. /
Quiero que sepan: el es Rolando
García de 70 años, 4 hijos y 17 nietos, y el mayor Lucas de 18; y mi viejo vive (o vivía) en la Catamarca (la calle),
pero hace mucho pero mucho tiempo que pasa su mayor tiempo en el parque. Siendo
chango se crió en el Bº 8 de Abril, e iba a pescar al río. Sus padres eran
sálteños, su papa murió a los 76 años y su mama a los 84. Hizo la conscripción
en Tartagal, donde lo instruyeron en supervivencia. Es una parte más del
parque, del verde, de los árboles, de los pájaros, de su gente, dice que lee
cualquier diario y revista, que le enseña a sus nietos a que no le laven el
cerebro…, fuma 3 fasos al día, y le da al Padrino de Oro (tetrabrik)
Hoy, casi a un mes de haber corrido
el mentado maratón, volví al veredón y eché un vistazo furioso de entrada
elevando mis ojos a ambos costados y hasta el fondo, pero…a ambos lados los bancos
vacíos…¿Dónde andas mi viejo?¿viniste?¿ te pasó algo?, sigo caminando
pausadamente buscando tus huellas, tu inconfundible “padrino de oro”, y
pienso…¡ya está, claro!, si encuentro un
tetra seguro que andas por aquí cerca o anduviste no hace mucho, sino, no se
cuando…, ayer limpiaron y recogieron toda la basura. Uhhh…allí hay uno, Si,
¿hay un padrino ahí?, parece que sí, un tetra del mismo color por lo menos, ahora si, apuro el tranco y me regocijo, pero
luego… con dolor, confieso…se lee “Uvita”, desazón…
Mientras tanto, gracias mi viejo,
¿sabes?, empecé la etapa final de entreno para el próximo maratón y…la puta,
paso y paso…, y en cada vuelta al parque no dejo de buscarte, debes estar por
ahí escondido…, no jodas…, me darás la bienvenida seguramente cuando vuelva del
próximo maratón. Espérame, yo te buscaré, ahí…en el mismo banco.
Marzo, 22 de 2016.-